El teletrabajo es una realidad cada vez más común en el mercado nacional de trabajo. La posibilidad de trabajar desde cualquier lugar es un factor atractivo, por lo que cada vez más profesionales y empresas adoptan este régimen. Aun así, este modelo suscita dudas sobre su eficacia y problemas para los responsables de la gestión de equipos. Por esta razón, es importante aclarar el concepto y cuáles son sus ventajas.
¿Qué es el teletrabajo?
Teletrabajo significa trabajar a distancia. Es decir, el trabajador realiza las funciones para las que ha sido contratado sin necesidad de acudir diariamente al lugar de trabajo. Además de la flexibilidad que proporciona, es un modelo que promueve la sostenibilidad medioambiental. El hecho de que las personas no tengan que trasladarse diariamente al lugar de trabajo tiene un impacto directo en la disminución de la circulación de vehículos por las carreteras, y por consiguiente en la reducción de la emisión de gases nocivos y contaminantes.
El modelo de teletrabajo ya es una tendencia en varios países de Europa. Según un estudio presentado en 2016 por la consultora Ipsos Mori para Microsoft, son ya varias las PYMEs que recurren a este régimen. WEbrand Agency, una agencia que opera exclusivamente a distancia y que está especializada en branding, XO Digital Studio, también orientada a lo digital, o ROFF, especializada en consultoría de softwares de gestión, son tres ejemplos de empresas portuguesas que promueven el teletrabajo.
En Liqui.do seguimos esta tendencia, y todos tienen flexibilidad para trabajar a distancia durante 3 días a la semana. Los equipos se coordinan entre sí los días en los que se reúnen en la oficina para colaborar presencialmente y acordar cuáles son los días en los que resulta más productivo trabajar a distancia. De esta manera conseguimos alcanzar un mejor equilibrio entre la vida profesional y la privada.
¿Cuáles son las ventajas del teletrabajo?
Para las empresas
En lo que respecta a las empresas, las dificultades surgen en la gestión de los equipos a distancia. No obstante, esto no es necesariamente un problema, siempre que el reclutamiento sea eficiente y la cultura de la empresa promueva este cambio.
Para ello resulta fundamental tener en cuenta tres aspectos: equipo, herramientas y procesos. Para que una relación laboral a distancia funcione, la confianza es primordial. El proceso de reclutamiento es fundamental, ya que la clave está en contratar a las personas adecuadas, en función de la cultura empresarial.
Asimismo, las empresas deben facilitar e incentivar el uso de las herramientas adecuadas para promover la colaboración del equipo. El acceso libre a clouds que faciliten la compartición de documentos o a aplicaciones de comunicación instantánea como Skype o Slack son algunos ejemplos de herramientas que las empresas deben garantizar.
La definición de procesos y la compartición de los mismos con todo el equipo también resultan esenciales. El hecho de que las personas trabajen a distancia aumenta la necesidad de un profundo conocimiento de los procesos para que exista una sintonía entre los miembros del equipo.
Al proporcionar y facilitar estos aspectos, se están creando unas condiciones de trabajo más atractivas para las personas, que reconocen las acciones de la empresa y refuerzan su rendimiento y compromiso.
Para los empleados
Las ventajas para los empleados tienen que ver principalmente con la flexibilidad para conciliar su vida privada y profesional. La posibilidad de que un padre o una madre puedan ir a recoger a los hijos a la escuela durante el tiempo que estaría retenido por el tráfico o el transporte público, es algo muy ventajoso.
Algunas empresas siguen descuidando la compensación emocional, pero ésta puede marcar la diferencia en el mantenimiento del personal. Existen factores extrasalariales que se repercuten en la vida privada y que se pueden facilitar con la posibilidad del teletrabajo.
La propia productividad tiende a mejorar, ya que las personas no están sujetas a estímulos externos, como el exceso de ruido o las interrupciones recurrentes. Esto hace que las personas estén más centradas y sean más productivas. De este modo, no es de extrañar que este modelo esté ganando cada vez más adeptos y que una persona que se encuentre en esta situación sea más reacia a volver a un trabajo con menos flexibilidad.
Un modelo a tener en cuenta
El teletrabajo es una realidad y las empresas deben seguir esta tendencia. No obstante, es importante mencionar que implantar este sistema significa apostar por un liderazgo de proximidad que gestione equipos teniendo como base imprescindible la confianza en su personal y viceversa.
Únicamente a través de la confianza mutua y la comunicación abierta y constante se puede garantizar el funcionamiento de este modelo. Debe existir un compromiso en el que ambas partes respeten las condiciones acordadas, tanto en el cumplimiento de los plazos, como en la presentación de los resultados.
El éxito de una empresa está muy relacionado con el éxito individual del empleado. Si la entidad está dispuesta a reajustar sus métodos y procesos, efectivamente puede beneficiarse de una mejora sustancial de los resultados de la empresa.
Unas condiciones laborales que permitan conciliar vida privada y profesional hacen que las personas estén más centradas y orientadas hacia los resultados productivos. Por consiguiente ambas partes resultan beneficiadas.